En la escuela no nos enseñan a vivir…quizá porque no se pueda, quizá porque a vivir sólo se aprende viviendo, aunque sí nos pueden enseñar de que manera podríamos aprovechar y potenciar los recursos que hay en nosotros, a través de forjar un carácter flexible en vez de rígido y enseñarnos que parte de nuestro destino lo construimos nosotros mismos y que otra parte mas profunda, mas desconocida, mas mágica, está marcada.
A través de la experiencia clínica y de psicoterapia compruebo día tras día, que somos muy vulnerables, que estamos llenos de miedos y que el motor mas fuerte que mueve nuestras vidas y nuestros destinos es la eterna búsqueda de AMOR, y que debajo de todas las conductas desadaptativas, desde las mas leves neurosis hasta las mas graves psicosis , se encuentra una intención positiva…buscamos amor entendido éste como, ser aceptados y no ser rechazados, estar conectados con uno de los instintos mas básicos del humano que es el aspecto gregario, el sentirnos pertenecientes. A veces los mecanismos para lograr esto se vuelven en contra de uno mismo y de los que nos rodean.
En algún momento de nuestra vida hemos aprendido algunas pautas de comportamiento que nos aseguran el apoyo del entorno, y que en su momento nos sirvieron, fueron válidas, pero que con gran facilidad se pueden convertir en dañinas para nuestra salud ya que estas mismas pautas nos mantienen en la infelicidad.¿Por qué no cambiarlas entonces? Porque no sabemos cómo.
Y así llega la gente a la consulta terapéutica con unas pautas de comportamiento que quisieran cambiar, aunque no saben cómo.
Se trata de ser flexibles, se trata de poner conciencia en las creencias que están en la base de nuestros pensamientos y emociones, se trata de reconocer nuestros miedos, de ser benévolos con nosotros mismos y ver la intención positiva que hay debajo de todo esto, se trata de aceptarse y de conocerse y de responsabilizarse de que uno mismo es el que está creando y manteniendo el problema.
Acudir a la ayuda profesional de un psicoterapeuta es fundamental cuando uno se siente bloqueado, en un callejón sin salida, cuando queremos cambiar algo y no sabemos cómo. Es importante dar el paso cuando uno se da cuenta de que las cosas que está intentando hacer para solucionar una situación conflictiva no le dan resultado y es importante hacerlo cuanto antes, porque cuanto más tiempo pasa, mas se va enquistando el problema y más profundo tendrá que ser también el tratamiento.
Laura del Caño. Psicoterapeuta.
