El Proceso en Psicoterapia: Superando Inercias. “Como La Vida Misma”

El trabajo del psicoterapeuta, es un trabajo, íntimo, en la relación con la persona que acude a terapia.

No solo se trata pues del contenido (temas que se trabajan), o las técnicas (recursos puestos en marcha por el terapeuta), sino que, es  el proceso en si mismo y  la relación con el terapeuta lo que  hacen  que  la terapia tenga sentido.

La evolución en la práctica clínica de la psicología nos habla de que la  psicoterapia  no es un proceso científico, aunque  una parte de los profesionales de la psicología, los académicos y universitarios dedican un ejercicio importante a cuantificar procesos terapéuticos, cosa loable y  válida.

Por otro lado entiendo que la vivencia del trabajo con las personas en psicoterapia no es fácilmente cuantificable ya que esta llena de matices emocionales, vivencias únicas y presentes continuos… como la vida misma.

La importancia del vínculo o de lo que la figura del terapeuta mueve en el paciente o viceversa se convierte en parte imprescindible en el proceso de curación o mejora.

Por eso, si alguna vez ha acudido a un psicólogo o ha iniciado un proceso psicoterapéutico, y no llegó a dar los resultados que esperaba puede ser que la interacción y la comunicación entre usted y su terapeuta no fuera la adecuada en ese momento. Las causas son  muchas e intentar hacer un estudio sobre esto no es el objetivo de este escrito.

“Superando Inercias” es el título de este artículo y es un título cedido por una de las personas con las que trabajé en un proceso de psicoterapia y habla de lo que va pasando al acudir semanalmente a terapia,  de la importancia del compromiso personal en el trabajo, (ganas de mejorar o cambiar cosas) encuadrado esto  en un espacio y un tiempo que uno decide guardar para uno mismo , donde existe una relación ( o varias si la terapia es en grupo, cuanto mas rico aun) en la que ocurren cosas, las mismas cosas que ocurren con las relaciones de fuera de la terapia, amigos, padres, parejas, hijos….

La diferencia principal, es que el espacio está protegido, y no solo por la confidencialidad, sino por el grado de profesionalidad del terapeuta,  es importante que esté protegido de juicio, sobre lo que la persona, es o hace, es importante hacer un trabajo siempre pensado, siempre, cauteloso, y siempre con el objetivo ultimo de si lo que el terapeuta va a hacer o decir es valido y abre un camino positivo, de mejora o curación para la persona con la que se esta trabajando.

Así que superar inercias es lo que se logra, entre otras cosas, en un proceso de psicoterapia.

 

Laura del Caño. Psicoterapeuta.

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